sábado, 31 de octubre de 2009

La moda del "Tapersex" hace furor en todo el mundo

Todo comenzó con Tupperware.

La marca de recipientes fue pionera no sólo en sus envases, únicos en su día, sino también en su forma de promocionarlos: reuniones en casa de mujeres.

Esta modalidad de venta a domicilio se extendió a otro tipo de productos, que en tiempos no tan lejanos eran exclusividad de las mujeres: cosméticos, cacerolas, y más.

Pero la mujer ha evolucionado, y con ella el carácter de estas reuniones de promoción comercial.

Hoy en día, lo que se lleva son los juguetes sexuales.Las mujeres se reúnen para compartir y comparar experiencias con estos productos.

Ni cosméticos, productos de limpieza ni pequeños electrodomésticos. Tampoco recipientes de plástico para guardar alimentos. Lo que venden a domicilio las "visitadoras" del Tapersex son vibradores -de todos los tamaños, colores, funciones y texturas-, lencería, aceites para masajes eróticos con sabor a fresa, chocolate, limón o menta, además de "juguetitos" para una ducha más placentera o anillos que hacen más duradero lo que a duras penas dura más de quince minutos.

Juguetes eróticos menos sofisticados, eso sí, pero igual de eficaces, que el consolador de oro y diamantes que el ex "galáctico" David Beckham regaló a su esposa Victoria en uno de sus últimos cumpleaños, y que, según se publicitó y nadie desmintió, costó nada más y nada menos que dos millones de euros.

Este tipo de reuniones son habituales en Estados Unidos, y en España hace varios años que se hacen.
Las ventajas de este tipo de reuniones es que las féminas no tienen que enfrentarse al sonrojo que les puede causar a algunas el ir a un sex shop tradicional.

Estas reuniones están "diseñadas para informar y educar a las mujeres a través de sabrosas presentaciones en su hogar".

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